Seguramente alguna vez te has preguntado: ¿qué rasgos heredo de mi padre y cuáles de mi madre? ¿Por qué tengo este color de pelo o esta altura? En este artículo, te explicamos cómo la genética influye en la transmisión de características de generación en generación, y por qué es difícil encontrar un patrón único para aspectos como el color de ojos o la estatura.
El ADN y su herencia
El ADN es el material genético que contiene toda la información biológica y vital de un organismo. En cada célula de nuestro cuerpo, este ADN está compuesto por 46 cromosomas (23 pares), donde heredamos la mitad de nuestro material genético de cada progenitor. En las células sexuales (óvulos y espermatozoides), solo hay 23 cromosomas, lo que permite que el feto reciba una copia de ADN tanto de la madre como del padre.
La transmisión genética: De Mendel a nuestros días
La transmisión genética comenzó a estudiarse formalmente en el siglo XIX gracias a Gregor Mendel, quien, mediante experimentos con guisantes, formuló las leyes básicas de la herencia. A partir de sus estudios, aprendimos sobre alelos dominantes y recesivos, responsables de las características heredadas.
Alelo dominante: siempre que esté presente, se expresará en el fenotipo (el rasgo observable).
Alelo recesivo: solo se manifestará si ambos progenitores aportan ese mismo alelo.
¿Qué heredamos realmente?
En los humanos, la mayoría de los rasgos son más complejos de lo que Mendel estudió. Rasgos como el color de ojos, la estatura o la predisposición a enfermedades dependen de varios genes y factores externos, como el ambiente.
Por ejemplo, la altura está influenciada en un 80% por la genética, pero también intervienen factores como la alimentación. A pesar de esto, hay características particulares que sí heredamos exclusivamente de nuestro padre, como el sexo biológico, ya que el espermatozoide es el que aporta el cromosoma X o Y.
Mitos y verdades sobre algunos rasgos heredados
Lóbulos de las orejas: Se pensaba que el lóbulo pegado era un rasgo dominante, pero hoy sabemos que está influenciado por varios genes, lo que complica su patrón hereditario.
Hoyuelos: Estos pequeños huecos en las mejillas son altamente heredables, pero no siempre los hijos de personas con hoyuelos los desarrollan, lo que sugiere la intervención de varios genes.
Pecas: Su principal gen relacionado es el MC1R, pero otros genes y la exposición al sol también juegan un papel importante en la cantidad y apariencia de las pecas.
Alopecia androgénica: Esta calvicie común, más frecuente en hombres, está relacionada con varios genes, entre ellos el AR, que se encuentra en el cromosoma X, lo que explica por qué suele heredarse por la línea materna.
Conclusión
Aunque compartimos características con ambos progenitores, la transmisión de rasgos humanos es compleja. No todo está determinado por la genética, ya que el ambiente y el estilo de vida también son claves en la expresión de muchos rasgos.
